Francisco Villarroel, “El ejemplo de Francisco”

25/01/2018

Francisco Villarroel, “El ejemplo de Francisco”

La historia de Francisco Villarroel Hidalgo está marcada por pequeñas batallas. Algunas elegidas. Otras impuestas por la vida misma. Y aunque no ha sido fácil, de todas ha salido victorioso.

Fue padre a los 15 años. Su hijo Francisco Ignacio llegó al mundo antes de que él terminara el colegio. La paternidad marcó su adolescencia y le obligó a asumir de golpe responsabilidades mayores cuando recién terminaba sus estudios de Electromecánica en el Liceo Politécnico de Illapel.

El gusto por los motores lo llevó a estudiar técnico en mecánica automotriz. Y fue aquella especialidad la que le permitió, recién egresado, entrar al mundo laboral de la minería como ayudante de mecánico, comenzando a trabajar en camiones  de alto tonelaje, vehículos que desde ese momento marcarían su vida.

Francisco conoció los secretos de estos monstruos de carga. Pero había un pequeño detalle. Sabía repararlos, pero no manejarlos. “Me capacité en los camiones de extracción y también conocí otros equipos. Pero yo quería cumplir metas y mi gran deseo era entrar a la compañía Los Pelambres. Cuando me contaron que había una oportunidad de ingresar a un curso de aprendiz no lo pensé y postule”, recuerda.

El único inconveniente estaba en que el curso era para manejar camiones, no para arreglarlos.  Para Francisco eso fue apenas un inconveniente menor. Aprobó el curso y ya no solo podía ser útil ayudando a reparar los camiones también sabía operarlos. “Fue muy bueno eso porque cuando tenía algún problema mecánico podía guiar fácilmente su reparación y dejar nuevamente operativo el equipo”.

Surgió entonces una nueva oportunidad. Esta vez en un curso de manejo para pala hidráulica. Era el tercero de la terna que asistió al curso y terminó como monitor de sus compañeros.

El ascenso continuó  y logró  obtener la autorización y aprobación para el manejo del equipo más grande que tiene la mina, además del más preciado: la Pala cable XPB 4100.

Ya integrado a la planta de Minera Los Pelambres, siguió insistiendo por mayores oportunidades de capacitación. Fue así como logró obtener la Beca de excelencia MLP que le ayudó a financiar el 60% de la carrera de Ingeniería en Minas en la Universidad Pedro de Valdivia de La Serena. “Fue una etapa muy difícil. Había nacido mi segunda hija, Monserrat, y tenía poco tiempo, casi nada. Estudiaba en mi hora de colación o en las reservas de los equipos. Con la ventaja de que lo que me pasaban en la universidad lo veía todos los días en la pega y rápidamente lo complementaba”, sostiene.

Destaca el apoyo que encontró en la compañía. “Tuve la suerte de contar con el apoyo de mis compañeros de área. Ellos se dieron cuenta de las ganas que tenía se estudiar y salir adelante. Fue muy gratificante sentir ese respaldo”, recuerda.

Hoy ya cuenta con su título de ingeniero en minas. Sigue estudiando para sacar la ingeniería civil en minas y así ampliar más sus conocimientos, “para poder seguir surgiendo como trabajador y persona”, afirma orgulloso. Gracias a la perseverancia y al esfuerzo que sus jefes vieron en él y en el marco del Modelo Operativo fue promovido a supervisor y se desempeña como Jefe de turno en perforación y Tronadura. “Siempre supe que podía. Tenía las ganas y me dieron la oportunidad. Si yo puedo otros también podrán”, afirma convencido.

 

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